lunes, 17 de noviembre de 2014

El mundo y sus reflejos.

¡Continentes y conciencias!

Es por ti, es por mí, es por todos.

I
Nadie sabe, el daño que recibe el maltrecho océano
Salvo aquél que conoce sus cicatrices
Y zurce con puntos de sutura su esencia
adornando con flores el camino,
hasta que la marea, lo devuelva a su destino.
II
Arrecife de corales sembrados contra corrientes.
Amaneceres pisoteados por negros deseos de ausencia.
Cuerpos sintéticos, degüellan corderos que alimenten con su sangre
las sombras sin conciencia…
laberinto de pasiones
reptan amasando sueños,
robando flores de jardines ajenos,
mientras otros se contonean desmembrando los restos,
danzando con el espectáculo -arrastran sus harapos-
III
Nada tienen, salvo la sonrisa y un cuarto de vida.
Nada tienen… salvo calaveras
y sus brazos agrietados
de amasar el aire con raíces de viento,
Con el polvo del camino y ramas secas,
adornan los platos.
Nada tienen; salvo ojos que miran a ninguna parte.
Nada tienen; salvo la mortaja con la que nacieron un día.
III bis.
En el origen... la teta, secó su esencia.
Momificado, el hombre, perdió su hacienda.
El mundo, quedó ciego… sin justicia.
Murieron con las manos vacías
mientras otros lo hicieron con las manos llenas.
IV
Entre tanto
Los ignaros maliciosos,
ciegos inventores de derrumbes ficticios,
espolean la tierra.
La gaviota permanece impasible...
posada en el mástil de la indiferencia.
Y las flores perdieron su aroma.
-Vuestros nombres-
Solo llevan olvido y hambre en las pestañas.
V
¡Con la V de Victoria!
Se acabó el tiempo del perdón.
Llegó el momento de recuperar las horas arrebatadas
por la maldad.
No más Plegarias, ni ruegos para
los que amordazan al son de sus miserias.
Ni para los que recortan patrones a su medida.
“Unamos nuestra energía, unamos nuestras fuerzas
para que fluya en una sola dirección”
Cuando lo comprendáis...¡buscadme!
buscadme entre las sedas,
¡cuando suba la marea
y despierten vuestras conciencias!

Llegó la hora de recobrar la LUZ del amanecer
y descubrirnos a nosotros mismos.

Serie; retratos en Sepia.
Los fantasmas de la tierra.

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